Para acabar los calabacines de la cosecha de mi tío, hice esta mermelada que ya habíamos probado y que nos gustó mucho.
En tostadas untadas con queso fresco o acompañando a alguna carne de cerdo o de caza, sobre lonchas de mojama, sobre bacalao ahumado, o simplemente en tostadas con mantequilla para el desayuno más clásico, esta mermelada está riquísima.
Ingredientes:
500 gramos de calabacín
1/2 limón
350 grs. de azúcar
Lavar el calabacín, cortar las dos puntas y sin pelar, trocearlo en unn bol. Añadir el azúcar y finalmente el limón, pelado a sangre, sin pepitas y troceado.
Dejar macerar unas horas y poner a hervir en una olla, removiendo hasta que tenga la consistencia deseada. Se puede triturar, aunque a mí me gusta que se vean los trocitos.