Tengo una amiga que nunca ha comido conejo y no tiene ninguna curiosidad por probarlo. Siempre le digo que no sabe lo que se pierde.
La carne de conejo, limpia, sin grasa y que admite multitud de preparaciones, está recomendada en caso de dietas bajas en colesterol y en caso de transtornos cardiovasculares.
Ingredientes:
1 conejo troceado a octavos
1 cebolla grande
4 dientes de ajo
1 copa de vino rancio
1 ramita de tomillo
1 hoja de laurel
1 clavo de olor
harina
agua o caldo
pimienta en grano
Salar los trozos de conejo y dorarlos en la cazuela. Cuando empiece a coger color, añadir la cebolla cortada en juliana, los dientes de ajo picados, el clavo, la hoja de laurel y unos granos de pimienta.
Cuando la cebolla esté transparente, añadir una cucharadita de harina y el vino rancio. Dejar reducir.
Añadir una copa de agua o de caldo, rectificar de sal y tapar la cazuela. Dejar cocer a fuego lento hasta que la carne esté tierna. Si es necesario, añadir más caldo o agua.