
Ya las ha hecho todo el mundo, ya lo sé... pero es que yo, la primera vez que las hice tuve un estrepitoso fracaso!
Fue este invierno, las ví en el bloc de
Cane, ella las recomendaba, así que me puse a hacerlas. Quedaron bonitas, con copete, doraditas... pero estaban más duras que los pies de cristo!!! Analizaba yo la cosa y decía, si ella las recomienda, dudo mucho que le hayan quedado como a mí.
Mamá, tú haz las de siempre que nos gustan mucho...
Las seguí viendo, las hicieron
Dolors y
Mercedes, últimamente también
Teresa, así que pensé, venga María, que no se diga... vuelve a la carga que esto se tiene que reparar. Y con la voluntad de reanimar mi maltrecha autoestima volví a hacerlas la semana pasada. Quedaron muy bonitas y buenas, duraron tiernas hasta que se acabaron, pero no les hice foto porque no me fiaba. Así que seguro que la vez anterior, seguro, que hice algo mal.
Ya con el subidón, hoy las he vuelto a hacer, además he doblado las cantidades, anda que no, antes morir que ser sencilla!! para que las pruebe todo el mundo!! y a todos les han gustado mucho. Repetiremos muchas veces!!!!
Ingredientes:
125 grs. de huevo (2 huevos L)
175 grs. de azúcar
60 ml. de leche
190 ml. de aceite de girasol
210 grs. de harina
5 grs. de levadura
Sal
1 cucharadita de moka de canela en polvo
Ralladura de medio limón
Montar los huevos con el azúcar hasta que blanqueen.
En thermomix, con la mariposa puesta 4 minutos a 37º en velocidad 3 1/2, y luego 4 minutos más sin temperatura a la misma velocidad.
Añadir el aceite y la leche y seguir batiendo.
Añadir la harina, la levadura, la canela, la sal y la ralladura de limón, una vez todo integrado dejar en el frigorífico como mínimo una hora. Mientras se calienta el horno.
Llenar las cápsulas hasta 3/4 partes y espolvorear con azúcar. Hornear a 200º durante 15 minutos.