08 diciembre 2012
Migas de panizo (harina de maiz)
Estas no son las que yo comía de pequeña. Aquellas llevaban costilla de cerdo, hígado, morcillas de cebolla, longaniza... tan buenas!!!!
No las había comido hace años y el otro día, en pleno ataque de nostalgia invernal salí como una posesa a buscar harina de maiz.
Según decía mi abuela, la harina de panizo (maiz) se pica de un año para otro, así que es difícil encontrarla en los mercados fuera de temporada. En el barrio de Gràcia, hay una tienda, desde que tengo uso de razón, de legumbres a granel, todo tipo de legumbres y todo tipo de harinas, todo a granel "el granero" le llamamos. No tenían todavia, me dijeron. Pero como había decidido hacer las migas "peti qui peti", me dirigí a una tienda de dietética. Tenían, no era precocinada ni nada por el estilo, era bio, así que me agencié un paquete de quilo.
Como quería ver si era capaz de hacerlas no compré más que costilla de cerdo y tacos de jamón.
No voy a poner cantidades porque esta vez fue, "según comprendas", que me decía la señora Elena. Las próximas las haré más puristas y me fijaré en las medidas.
Tengo que confesar que como no tengo el cacharro adecuado, y mira que tengo cacharros! las hice en el wok, un wok precioso que tenía... tenía porque me cargué el antiadherente removiendo las migas... me lo había regalado mi hija... le pediré otro a los reyes majos!
Después de todas las peripecias me puse a la labor:
Freí en abundante aceite, unos cuántos dientes de ajo, con piel y todo, normalment se hace con ajos tiernos, y los retiré. Doré bien la costilla de cerdo y la retiré. Pasé un poquito el jamón, no mucho, sólo hasta que cambie de color.
Retiré una parte del aceite y en el que quedó en la paella, incorporé un litro de agua caliente y eché un puñado de harina, que se fue deshaciendo mientras el agua hervía. Añadí el resto de la harina, no todo el quilo, empecé con 1/4 y luego un par de puñados más, con cuidado, sin dejar de remover, a medida que necesitaba le iba añadiendo del aceite reservado y poco a poco se fueron secando y soltando hasta que llegaron a tener la consistencia y el sabor que yo recordaba... Al final, los ajos y los tropezones, unas vueltas todo junto y... ya está!
Me salieron muy ricas, a pesar de que tenía mucho miedo de liarla. La próxima vez me fijaré en las medidas par afinar la receta!
No las había comido hace años y el otro día, en pleno ataque de nostalgia invernal salí como una posesa a buscar harina de maiz.
Según decía mi abuela, la harina de panizo (maiz) se pica de un año para otro, así que es difícil encontrarla en los mercados fuera de temporada. En el barrio de Gràcia, hay una tienda, desde que tengo uso de razón, de legumbres a granel, todo tipo de legumbres y todo tipo de harinas, todo a granel "el granero" le llamamos. No tenían todavia, me dijeron. Pero como había decidido hacer las migas "peti qui peti", me dirigí a una tienda de dietética. Tenían, no era precocinada ni nada por el estilo, era bio, así que me agencié un paquete de quilo.
Como quería ver si era capaz de hacerlas no compré más que costilla de cerdo y tacos de jamón.
No voy a poner cantidades porque esta vez fue, "según comprendas", que me decía la señora Elena. Las próximas las haré más puristas y me fijaré en las medidas.
Tengo que confesar que como no tengo el cacharro adecuado, y mira que tengo cacharros! las hice en el wok, un wok precioso que tenía... tenía porque me cargué el antiadherente removiendo las migas... me lo había regalado mi hija... le pediré otro a los reyes majos!
Después de todas las peripecias me puse a la labor:
Freí en abundante aceite, unos cuántos dientes de ajo, con piel y todo, normalment se hace con ajos tiernos, y los retiré. Doré bien la costilla de cerdo y la retiré. Pasé un poquito el jamón, no mucho, sólo hasta que cambie de color.
Retiré una parte del aceite y en el que quedó en la paella, incorporé un litro de agua caliente y eché un puñado de harina, que se fue deshaciendo mientras el agua hervía. Añadí el resto de la harina, no todo el quilo, empecé con 1/4 y luego un par de puñados más, con cuidado, sin dejar de remover, a medida que necesitaba le iba añadiendo del aceite reservado y poco a poco se fueron secando y soltando hasta que llegaron a tener la consistencia y el sabor que yo recordaba... Al final, los ajos y los tropezones, unas vueltas todo junto y... ya está!
Me salieron muy ricas, a pesar de que tenía mucho miedo de liarla. La próxima vez me fijaré en las medidas par afinar la receta!
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No hay nada como comer una receta que recuerdas de pequeño para hacerte revivir momentos muy especiales y unicos!
ResponderEliminarBs!!
hummm tienen que estar riquisimas
ResponderEliminarQué ricas, Marylou!! No les coneixia, aquestes migas!! M'encanten!
ResponderEliminarSiempre las he hecho de pan y tengo ganas de probar un día las de harina.
ResponderEliminarTienen muy buena pinta con lo que llevan, el hígado no me gusta.
Besos.
Estas migas hay que probarlas!!
ResponderEliminarSaps que no he tastat mai les migas??
ResponderEliminarLlàstima del wok, sort que s'acosten els Reis i t'en podran portar un altre ;)
El meus avis materns eren murcians i de petita n´havia menjat, però no recordo quin farcit portaven...bona excusa per preguntar.li a ma mare i que les torni a fer...Un petó.
ResponderEliminarAcertar con esos sabores de la infancia es todo un reto. Seguro que estaban buenísimas.
ResponderEliminarQAuines ganes de menjar migas.
ResponderEliminarLes faig com a meva mare, de pa.
Hem tinc que posar a la labor.
Son super bones, lo dels alls, la costella i pebrotets.....igual.
Quan les fagi,les publico.
Petons
Debe ser muy rico! Solo lo había probado con pan rallado. Me la anoto para darme el gusto
ResponderEliminarSaludos!
Yo las hago con cus-cús. No dejes de probarlas.
ResponderEliminarUn besino y felices fiestas.