
Una tarta que te saca de cualquier apuro ya que aunque parezca de elaboración lenta, es muy rápida de hacer. La masa puede ser comprada con lo cual si tenemos prisa la primera parte queda salvada. Y luego, la parte contratante de la segunda parte, no deja de ser una crema, sólo que con almendras molidas, que le da una textura diferente. Frutas tenemos siempre en casa, así que en un plís... aquí la tenemos!
Ingredientes:
Para la masa quebrada
250 grs. de harina
75 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
1 pizca de sal
1 cucharadita de azúcar
1 yema de huevo
50 ml. de leche
Para la crema
300 ml. de leche
300 ml. de nata
50 grs. de maicena
150 grs. de azúcar
75 grs. de almendra molida
8 yemas de huevo
25 grs. de mantequilla
Piel de 1 limón
1 rama de canela
Preparar la masa quebrada poniendo en el vaso la mantequilla, la sal, el azúcar, la yema de huevo y la leche. Mezclar en velocidad 2 unos segundos e ir añadiendo la harina poco a poco por el bocal.
Sacar la masa del vaso y terminar de mezclar con las yemas de los dedos, pero sin amasar demasiado. Formar una bola y reservar durante dos horas en la nevera.
Pasado el tiempo estirarla con el rodillo sobre una superficie enharinada hasta dejarla con un espesor de 3 ó 4 milímetros.
Forrar en molde, poner papel de horno encima y los garbanzos que tenemos reservados para estos menesteres. Cocer a 180º durante 20 minutos.
Mientras hacer la crema, poniendo la leche en el vaso, la nata la canela y la piel del limón, programar 10 minutos a temperatura varoma y velocidad 2.
En un bol, blanquear las yemas junto con el azúcar y la maicena. Verterlo en el vaso con la leche a velocidad 2. Programar 5 minutos a temperatura 80 y velocidad 2.
Añadir la almendra molida y la mantequilla y batir unos 10 segundos a velocidad 3-4.
Rellenar con la crema la masa que ya tenemos horneada y volver a introducir en el horno durante 15 minutos.
Dejar enfriar y colocar las frutas.