La masa de la focaccia es igual a ésta, pero la guarnición es diferente.
En la guarnición he puesto las alcachofas confitadas partidas en cuartos, olivas negras sin hueso partidas en láminas, el propio aceite del confitado y romero picado.
Con el horno precalentado, poner un cacharro con agua para originar vapor, hornear a 200 grados de 15 a 20 minutos dependiendo del horno.
Para hacer las alcachofas confitadas, hay que limpiarlas muy bien, dejando el corazón, en este caso las he partido en dos y cubrirlas con aceite de oliva virgen extra suave, añadir unos granos de pimienta (opcionalmente se puede añadir alguna hoja de laurel, yo no he puesto) y poner a fuego muy lento durante 45 minutos o una hora, vigilando que no llegue nunca a hervir.
En la foto se ven cebollas pequeñitas que tenía y las he confitado a la misma vez para otra receta, o simplemente para una ensalada.
El aceite del confitado que queda muy aromatizado, sirve para aliñar ensaladas, freír patatas, hacer sofritos...

Soy muy fan de las alcachofas, tiene que estar muy rica esta focaccia, qué ganas dan de darle un pellizquito!!
ResponderEliminarBesos.