Cacahuetes garrapiñados, sí, maní, cucuruchito de maní... en este caso cuenquito...
De una bolsa de cacahuetes con su cáscara, of course, que mi socio compra cuando tiene un ataque nostálgico... se come unos cuantos, apacigua su nostalgia y la bolsa va dando vueltas por la cocina dentro y fuera del armario, hasta que una servidora, mosqueada, la tira...
el otro día pensé, no la tiro, hago algo! estuve mirando por ahí y encontre en el estupendo blog de Javirecetas esta receta que me gustó hacer y os comparto por si las flys. Se puede hacer lo mismo con cualquier otro fruto seco.
Ingredientes:
200 gramos de cacahuetes con piel
250 gramos de azúcar
1 vaso de agua (250 gramos)
1 cucharada grande de azúcar avainillado
Poner en una olla amplia 200 gramos de cacahuetes con piel y añadir 1 vaso de agua, 250 gramos de azúcar y 1 cucharada grande de azúcar vainillado.
Remover un poco y dejar a fuego medio.
Cuando el almíbar hierva y se forme espuma en la superficie bajar el fuego. Dejar que se vaya reduciendo el almíbar poco a poco y remover de vez en cuando. El almíbar va desapareciendo y adquiere una textura granulosa.
Seguir removiendo hasta que se seque completamente el almíbar y se convierta en un azúcar terroso (como la arena). Cuando este azúcar se pegue a los cacahuetes ya se habrá formado la garrapiñada, pero para darle más sabor hay que dejar un rato más al fuego para que se derrita de nuevo el azúcar y se caramelicen las garrapiñadas por fuera. Así que hay que seguir removiendo mientras se va derritiendo el azúcar de nuevo.
Dejar enfriar un par de minutos y luego separar los que se hayan quedado pegados.
Por último dejar que se enfríen completamente antes de comértelos y listo.
